Me desperté a pocos minutos de ir a clase, desconecté la alarma del reloj y permanecí tumbado en la cama unos minutos más. Al cabo de esos minutos alcé el cuerpo y quedé sentado en la cama el tiempo suficiente para apartarme el cabello del rostro. Acto seguido me levanté y fui al baño a asearme. Mientras me lavaba los dientes me dí cuenta que en lo más profundo de mi memoria había un pequeño recuerdo de anoche el cual no tenía muy claro, quizá hubiese sido un sueño. Recordaba un suave y agradable aullido y que era de noche, eso era más que evidente.
Terminé de asearme y partí camino a clase. Al volver a casa y con el recuerdo del aullido aún rondando por mi memoria me dispuse a terminar mis deberes y tareas que me habían encomendado los distintos profesores del instituto.
Llegó de nuevo la noche y tras dar las tradicionales buenas noches a mi madre decidí irme a la cama. Me tumbé sobre ella y me tapé hasta la cintura, momentos después estaba plácidamente dormido.
Desperté tras un pequeño sobresalto el cual no sabía gracias a qué se había producido. Vi que aún era de noche y tanto en el interior de mi casa como en las frías calles del exterior no existía sonido alguno, todo cómodo y placentero silencio.
De repente oí un suave aullido, parecía lejano, apenas perceptible. No me asusté demasiado pues era normal oír a animales callejeros como perros y gatos en las noches de madrugada.
El aullido volvió a oírse, esta vez más cerca que la vez anterior, bastante más. Decidí levantarme de la cama y mirar por la ventana de mi habitación. Absolutamente nadie habitaba las calles en aquel momento.
Por tercera vez el aullido se dejó oír, esta vez procedía desde dentro de la habitación. Me giré bruscamente pero no vi nada en absoluto. Me dirigí rápidamente a mi cama, me tapé la cabeza con las sábanas y así me quedé dormido hasta la mañana siguiente.
Al despertar, esta vez gracias al reloj, estaba empapado en sudor y aún con la sábana sobre la cabeza. La aparté rápidamente y me dirigí a mi tradicional aseo.
Una vez desayunando en el comedor se me ocurrió preguntarle a mi madre:
-Mamá, ¿no oíste nada anoche?
-¿Anoche? -dijo ella- No, ¿por qué lo preguntas?
-Por nada, es que no he pasado una noche demasiado buena.
No quería preocuparla sin estar totalmente seguro de que lo que había oído era totalmente cierto y no imaginaciones mías. Cogí la mochila y partí de nuevo a clase.
Tras volver del instituto, haber acabado mis tareas y pasar unas horas en mi habitación leyendo y escuchando algo de música llegó de nuevo la noche. Tras dar las buenas noches a mi madre me acosté bastante tenso e intranquilo, situación nada inesperada dadas las circunstancias de anoche. Me costó algo más concebir el sueño pero acabé lográndolo.
De nuevo desperté de madrugada con el aullido de perro sonando esta vez junto a mi cama. No pude evitarlo ni controlarme y grité a viva voz:
-¡¿QUIÉN ERES?, ¿QUÉ QUIERES DE MÍ?!
Pocos segundos después entró mi madre en la habitación con signos de preocupación y terror en el rostro.
-¡Mamá, es un perro, es el aullido de un perro!
A mi madre se le destensó un poco el rostro, se sentó junto a mí en la cama y me dijo:
-¿Recuerdas a Buster?
-¿El perro que teníamos cuando era pequeño?
-Sí, ¿sabes? Es posible que nunca se marchara y que se quedara contigo para protegerte por siempre.
-¿Tú crees?
-Lo creo. Cuando lo oigas aullar no temas pues el nunca te haría daño, el amor que os tenías era muy bello y hermoso y la muerte no fue lo bastante poderosa como para romperlo.
Desde aquella noche jamás tuve miedo a aquel aullido pues pertenecía a un gran amigo casi olvidado que ahora sé que nunca olvidaré.
Qué bonito...
ResponderEliminar:)
Es increíble como cuentas estas historias, me encantan. Espero ver algún día algún libro escrito por ti. Lo leería sin dudarlo ni un instante, me gusta la lectura y creo que tus historias son muy buenas. Gracias por escribir y tener este blog. ¡Mucha suerte!
ResponderEliminarOh, muchas gracias por tus palabras. ^^
Eliminar¡Adoro todo lo que escribes, no dejes nunca de hacerlo! :3
ResponderEliminarMuchas gracias. :)
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